La mayoría de los eruditos Bíblicos están de acuerdo que la Navidad, como es celebrada hoy, es de origen pagano. Esto es documentado en amplias variedades de fuentes. William Muir Auld añade, “Las contribuciones paganas son exactamente aquellas cuales le dan a la Navidad mucho de su cariño y simpatía humana. El señor Auld hace un estudio de gran profundidad cual enseña las conexiones del festival de Saturnalia, o Sacaea, cuáles eran celebraciones antiguas en honor del dios sol pagano Nimrod/Tamuz. Él demuestra las raíces de su observancia viniendo de la Religión Misteriosa de Babilonia a través del Imperio Romano adonde eventualmente se conectó con su adoración de Mitras. “Las escuelas estaban cerradas, guerra nunca era declarada en este día, y la costumbre de dar regalos y de recibir regalos era igual de común en ese tiempo igual que lo es ahora en la Navidad...un sentido de fraternidad predominaba” (Las Tradiciones de la Navidad, p. 45).
No, los sentimientos y cariños de cuál ellos gozaban no prohibieron el libertinaje cuál era la atracción verdadera para estas celebraciones. “Porque muchos días la iglesia luchó implacablemente sus excesos (el espíritu alegre de la fiesta pagana) y supersticiones, especialmente aquellos ligados con los de Kalendes y la fiesta del sol.... Pero denuncias ardientes y amenazas de excomunión fallaron a quitarle a los bárbaros de sus modos paganos de alegrarse. Fue descubierto que ellos estaban mucho más preparados para abandonar sus dioses y fechas de sus festivales que cambiar sus hábitos y maneras...la obra de convertir la gente hacía el Cristianismo seguía. De lo que no se podía liberar, con generosidad buscaba a consagrar. (Las Tradiciones de la Navidad, p. 45).
La investigación se hace muy complicada mientras estos festivales paganos viajaban de país a país. Los nombres y costumbres fueron adaptados aun hacia otras religiones paganas. Del Imperio Romano, Auld demuestra la aceptación gradual de estas festividades empezando en Inglaterra en el año 592 d.C., y en Alemania en el año 813 d.C., desde el Sínodo de Mainz. Fue en el siglo X que el Rey Hakon el Bueno vino a introducir estas fiestas paganas al país de Noruega.
En el mundo cristiano se celebraba la tradición de la Navidad el 25 de diciembre desde fines del siglo IV (excepto en las Iglesias Orientales, Grecia y Rusia, que la realizaban el 6 de enero con la fiesta "Teofanía" o manifestación de Jesús como Dios).
Se comenzó a celebrar el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre -día cercano a las fiestas del solsticio de invierno que se festejaban en la antigüedad- como fiesta de Navidad gracias a la influencia de San Juan Crisóstomo y de San Gregorio Nacianzeno, pero aún no era una festividad oficial de la iglesia porque para la época no acostumbraban a realizarlas.
Esta iglesia primitiva seguía la política de absorber y no reprimir los ritos paganos existentes desde los tiempos antiguos, que celebraban el solsticio de invierno y la llegada de la primavera.
Se cree que el Papa Julio I (337 - 352) fue quien comenzó a instituir la Navidad como fiesta religiosa, pero no se puede asegurar porque no hay documentos que lo corroboren. Es más probable que esto sucediera más adelante, durante el reinado del emperador Honorio (395 - 423). Pero todas estas fueron tentativas: recién hacia el año 440 la iglesia decidió oficialmente celebrar el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre. Esto quedó definitivamente instituido en el año 529, cuando el emperador Justiniano declaró la fecha como día festivo.
A pesar de estas institucionalizaciones, se acepta en general que por un error del monje Dionisio el Exiguo en el año 540 al calcular las fechas, Jesús no nació la noche del 24 al 25 de diciembre y que, incluso, nació entre 4 y 6 años antes del inicio de la Era Cristiana. No se conoce el día exacto del nacimiento de Jesús, se cree que fue durante el reinado de Herodes. Pero el mundo cristiano acepta tácitamente la tradición de celebrar la Navidad el 25 de diciembre.
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