Aunque el estreñimiento puede acompañar a diversas enfermedades, lo más frecuente es que sea causado por una alimentación pobre en fibras vegetales o por una escasa ingesta de agua. En estas condiciones, la cantidad de residuos en el intestino es insuficiente y su funcionamiento no es correcto. El estreñimiento suele deberse a un cambio en los hábitos alimentarios del niño, aunque también lo puede causar el dolor ocasionado por una fisura anal (lo mejor es que lo valore el pediatra). En tal caso, serán recomendables los baños de asiento con agua templada.
Si el estreñimiento está causado por la deficiencia de fibras vegetales o por la escasa ingesta de agua, los siguientes consejos pueden serte de utilidad para tu hijo.
Dieta
- Haz que el niño beba más agua.
- Haz que el niño coma más verduras de todo tipo, crudas o cocidas (acelgas, apio, espinacas, lechuga, etc.).
- Dale abundantes frutas laxantes naturales, en compota o licuadas. Evita las manzanas y los plátanos.
- Añade 5-10 cc de aceite crudo a las comidas.
- Dale cereales integrales al niño: arroz integral, avena integral, copos de trigo o de maíz (Blevit® Avena, Blevit® Integral).
- Dale pan, galletas, pasteles, bizcochos y pastas (fideos o macarrones) especiales de harina integral o completa.
- Dale sirope de manzana o miel con el yogur o con una macedonia.
- Dale legumbres una o dos veces por semana.
Laxantes naturales permitidos
- Ciruelas negras o frescas.
- Pasas (Californianas) en compota.
- Agar-agar (preparado comercial que encontrará bajo el nombre de Algaten®).
- Fibra vegetal no digerible (preparado comercial que encontrarás bajo el nombre de galletas de Fibrecten®).
Otros alimentos recomendados
- Salvado de trigo (añadir una cucharada sopera a la sopa).
- Salsa de soja (suele usarse como aderezo para dar gusto y por su riqueza en proteínas).
- Pan dextrinado (es un pan tratado de forma especial y que se vende en biscotes).
- Sal marina gruesa, que, a diferencia de la fina de mesa, contiene magnesio y yodo, elementos muy necesarios para una alimentación equilibrada.
- Germen de trigo, mezclado con yogur o ensaladas.
Alimentos no recomendados
- Patatas y féculas.
- Pan blanco, bollos o pastelería blanca.
- Embutidos, foie-gras, Nocilla® o mermeladas.
- Fideos, macarrones, espaguetis o canalones si no están hechos con harina de trigo integral.
Es conveniente recordarle al niño que vaya al baño una vez al día (como mínimo). Si al principio le cuesta, puedes estimularle con pequeños enemas o supositorios de glicerina eligiendo una hora en que el ambiente sea tranquilo (preferentemente después de alguna de las comidas). Puedes hacer esto diariamente y luego alternar días (consulta con tu pediatra). Cuando el niño logre defecar por sí solo, deberemos premiarle con algún objeto que le guste o permitiéndole hacer algo que le divierta especialmente.
Los laxantes deben evitarse si no es por prescripción médica y sólo se recetan en casos muy concretos. No debes darle laxantes al niño/a sin haber consultado antes con el pediatra. Si observas sangre en las heces del niño, incontinencia o periodos de diarrea/estreñimiento, llama a tu pediatra y consulta con él qué debes hacer.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE ESTE TEMA:
1.En mi familia casi todos padecemos estreñimiento crónico y no quisiera que mi hija también tuviera problemas. ¿Cómo prevenirlo?
En primer lugar la dieta debe ser adecuada: 2-3 raciones al día de fruta y 2-3 raciones al día de verdura, aceite de oliva crudo 5-10 ml al día y beber agua suficiente. En segundo lugar una correcta disciplina, cada día a la misma hora, sentarse para evacuar y, por último, una postura adecuada, en posición sentada o en cuclillas, con los pies cómodamente apoyados durante la evacuación.
2. Mi hijo de 2 años no muestra ningún interés en controlar sus evacuaciones.¿Es normal? ¿Debo forzarlo?
Si el niño no muestra interés por el control de su esfínter anal, los intentos de forzar dicho control antes de los 2 años y medio a tres años no son recomendables, pues pueden conducir a un rechazo voluntario de dicho control y a un estreñimiento funcional, que puede llegar a ser muy problemático.
3. ¿Es cierto que la leche provoca estreñimiento?
El consumo excesivo de leche a partir del año de edad sí es causa de estreñimiento, ya que comporta un bajo consumo de alimentos ricos en fibra (frutas y verduras), pero no a causa de la propia leche, sino por ser una dieta poco variada, baja en fibra e inadecuada.
4. ¿Es cierto que un niño normal debe ir de vientre cada día?
No. Si no existe dificultad en la emisión de las heces y su consistencia no es dura, puede ser suficiente y normal evacuar tres veces por semana.
5. ¿Qué es la encopresis? ¿Tiene relación con el estreñimiento?
Se define que un niño/a padece encopresis si no quiere y/o no puede controlar su esfínter anal, es decir que presenta incontinencia, en ausencia de enfermedad orgánica intestinal o rectal, por lo que presenta defecaciones involuntarias, por lo menos una vez al mes durante 3 meses. Suele presentarse entre los 2 y 4 años de edad y se asocia a un estreñimiento funcional, por lo que las heces se "escapan" por rebosamiento.
6. Mi hijo nunca quiere ir al lavabo, aunque tiene ganas, se aguanta. Come muchas verduras y frutas y el pediatra no le encuentra nada: ¿a qué se debe el estreñimiento "voluntario"?
El estreñimiento "voluntario" puede deberse a trastornos afectivos, generalmente ligados a una actitud oposicionista del niño por un excesivo control por parte del adulto o por un entrenamiento excesivamente precoz y forzado del control de los esfínteres. Si no se resuelve puede conducir a la encopresis. Es importante descartar previamente un problema del intestino o del recto o de control neuromuscular como causa primaria.
7. Desde que mi niña de 3 años utiliza el WC como nosotros, le cuesta evacuar. ¿A qué se debe si ya le pongo un "reductor" especial para adaptar la taza del WC a los niños pequeños?
La postura adecuada para una correcta evacuación de les heces es en posición sentada con los pies bien apoyados en el suelo o en cuclillas. Muchos niños pequeños presentan estreñimiento e incluso fisuras anales a causa de la mala posición que conlleva el uso de la taza del retrete de dimensiones adultas. Utilice de nuevo un orinal o coloque una banqueta para que la niña pueda apoyar los pies mientras realiza sus deposiciones.
8. ¿A qué edad los niños/as deben aprender a controlar el esfínter anal?
El control de la emisión de heces o deposiciones en los niños suele empezar a adquirirse a partir de los 2 años (algunas veces –en niñas, especialmente- a partir de los 18 meses), y puede ser algo más precoz que el control de la emisión de orina. A partir de los 4 años la mayoría de expertos ya consideran un hecho patológico la falta de control del esfínter anal.
9. Mi niño de 3 años tiene tendencia a ir estreñido. El otro día lloró mucho mientras hacia caca y sangró un poco. ¿Puede ser que un niño tan pequeño tenga ya una fisura en el ano?
La fisura anal puede producirse también en los niños pequeños a consecuencia de una deposición con heces muy duras o por una diarrea explosiva. A diferencia de los adultos, pueden presentar fisuras múltiples y en cualquier localización. Debe tratarse con lavados con agua fría o templada, pomadas cicatrizantes o anestésicas y laxantes suaves durante algunas semanas, junto con una revisión de la dieta del niño para combatir el estreñimiento crónico. Consulta con tu pediatra.
10. ¿Es posible que un niño tenga hemorroides?: el otro día mi niño se quejó durante la deposición y al mirarle el ano vi que se le salía un poco, algo así como una hemorroide bastante grande.
Las hemorroides son poco frecuentes en la infancia, aunque es posible que se formen en casos de estreñimiento crónico. Lo más frecuente es, si padece de estreñimiento, que el niño haya padecido alguna fisura anteriormente y que presente un pliegue del ano algo engrosado, el llamado "pliegue centinela" como resultado de la cicatrización de una fisura que lleva tiempo de evolución. También debe descartarse el prolapso anal, más raro, que es una protrusión de la mucosa anal, parcial o en su totalidad, por el esfuerzo de la defecación, que puede presentarse en niños de 2 años o menores, especialmente si presentan mala absorción intestinal. Consulta con tu pediatra.
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